En los últimos dos años de la pandemia, las empresas que operan a nivel mundial, particularmente en el suministro de bienes de capital, se han enfrentado a varios problemas debido a las limitaciones y limitaciones como resultado de la pandemia.
La restricción de los viajes internacionales ha tenido un fuerte impacto en la antigua forma de trabajar típica de esta actividad.
Una forma diferente de vender, un nuevo modelo de negocio
Los vendedores, altamente capacitados en los aspectos técnicos de sus productos, no han podido visitar a los clientes existentes y nuevos a nivel mundial como solían hacerlo antes del inicio de COVID-19.
Por lo tanto, las numerosas reuniones cara a cara, las visitas in situ y las negociaciones técnicas llevadas a cabo en las instalaciones del cliente tuvieron que ser reemplazadas por llamadas en línea, simulaciones virtuales, reuniones de zoom, etc.
A pesar de este cambio abrupto en el «método de venta», el equipo de ventas de Lianco ha trabajado arduamente para hacer frente a proyectos complejos y conducir al cierre de pedidos en diferentes países del mundo, gracias a su profundo conocimiento de las necesidades típicas de la industria de la fundición y la capacidad de satisfacer adecuadamente las expectativas de los clientes.
Solución postventa de Lianco: una red de socios de servicio locales
Una vez asegurado el pedido y construida la máquina en la sede, el siguiente reto fue la instalación y puesta en marcha en destino final. Debido a las restricciones pandémicas y la cuarentena, las empresas han tenido que enfrentarse a la imposibilidad de enviar técnicos desde la sede, una opción que en el pasado siempre ha sido un «must have» para la correcta instalación de máquinas e instalaciones de alto valor.
Para evitar retrasos inaceptables, este escenario ha obligado a las empresas a encontrar un nuevo modelo de negocio.
La organización Lianco ha encontrado su solución a este problema sin precedentes en las raíces del equipo de ventas, que ha desarrollado a lo largo de los años una sólida red de relaciones con socios calificados, estratégicamente posicionados donde se encuentra el mercado de referencia. Esta alianza única, forjada a través de muchos proyectos realizados juntos y muchos años de trabajo en equipo, ha comenzado a demostrar su valor añadido a partir de la instalación de la primera máquina desbarbadora vendida, que comenzó en 2020 en medio de la pandemia.
Los desafíos hacen crecer a muchos equipos de servicio locales
Desde entonces, los socios de Lianco continúan operando en diferentes lugares del mundo afectados por la pandemia, desde Brasil hasta India, desde México hasta Europa Central.
Los sistemas CNC y las células robóticas son instalados y puestos en servicio por personas locales experimentadas apoyadas de forma remota las 24 horas del día, los 7 días de la semana desde la sede, sin la necesidad de que los técnicos salgan directamente de la fábrica.
Los numerosos desafíos a los que se enfrentaban los equipos de soporte (diferencia horaria, barrera del idioma, nuevas tecnologías a gestionar) no les impedían completar la tarea asignada. Esta experiencia es solo al principio, pero con las numerosas instalaciones nuevas previstas para 2022, sin duda crecerá rápidamente y permitirá a Lianco ofrecer un servicio completo a sus valiosos clientes.